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Firme en la espera

Escrito por Velko Marušić | CEO Dracma Perdida @dracmaperdida.pe

¿Qué es lo más difícil durante una prueba? Tal vez pienses en el dolor, la incertidumbre o el cansancio, pero muchas veces la verdadera batalla está en nuestra impaciencia.

Un estudio demostró que, en promedio, tardamos 9 minutos en perder la paciencia al teléfono y 17 minutos haciendo fila. Hoy en día, con la tecnología acelerando todo a nuestro alrededor, probablemente esos tiempos sean aún más cortos. Vivimos en una cultura que exige rapidez en todo: comida, respuestas, soluciones. Pero esta mentalidad de inmediatez no nos enseña a manejar algo esencial: esperar en el tiempo de Dios.

Un llamado a perseverar
En la carta de Santiago 5: 7, se dirige a un grupo de creyentes agotados por las injusticias de los ricos, a quienes menciona en los versículos anteriores:
"Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía".

La paciencia no es opcional en la vida cristiana; es una virtud indispensable. Nuestra fe no es un sprint, sino una maratón que requiere resistencia, como lo enseñó Jesús: "El que persevere hasta el fin, este será salvo" (Mateo 24:13).

¿Te suena familiar?
Quizás hoy te encuentres en una situación similar. Puede que enfrentes injusticias, lidiando con una prueba difícil o sintiéndote cansado de esperar. Pero Dios conoce tus luchas y tu corazón. Él te llama a confiar en Su tiempo perfecto.

Ejemplos de perseverancia
Santiago nos invita a reflexionar en ejemplos de perseverancia como Job:
"He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo" (Santiago 5:11).

Job enfrentó pruebas duras, pero al mantenerse firme, experimentó la misericordia de Dios en su momento perfecto.

Una perspectiva eterna
Las pruebas son temporales, pero la justicia y la fidelidad de Dios son eternas. Su venida puede parecer lejana, pero Su fidelidad es constante. Mientras tanto, Él nos renueva cada día: "Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad" (Lamentaciones 3:22-23).

Reflexión final
No importa cuán difícil sea el camino, recuerda:

1. Dios nunca llega tarde.
2. Él ve cada paso de fe que das.
3. Todo sacrificio hecho en Su nombre será recompensado.

No te rindas. Mantente firme y confía en que lo mejor está por venir. Esto apenas comienza.

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