Tiempo con Dios - Somos hijos suyos

Escrito por Velko Marušić | CEO Dracma Perdida 

@dracmaperdida.pe

Hoy quiero compartir contigo tres verdades poderosas que demuestran que Dios desea entablar una relación profunda contigo. Para descubrirlo, vamos a leer Efesios 1.

1. Dios nos ama (Efesios 1:4)

"Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo para que seamos santos y sin mancha delante de él".

Desde antes de que el mundo existiera, Dios ya te había concebido en Su amor. No eres un producto de casualidad ni una pieza más de una producción en masa. Eres amado de forma única e incondicional. Su amor fue tan grande que entregó Su vida por ti. Sin embargo, la humanidad ha intentado redefinir el amor bajo sus propios términos, sin éxito, porque el verdadero amor solo puede venir de Dios. Él es amor en esencia, y nos amó primero. Este amor es tu identidad y tu mayor seguridad.

2. Dios nos eligió (Efesios 1:4)

"En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo".

Dios no solo te ama, sino que también te eligió. Mediante el sacrificio de Jesús, aquellos que lo aceptan como su Señor forman parte de un pueblo santo con el que Dios desea habitar eternamente. Este llamado no es una licencia para vivir a nuestro antojo, sino un compromiso para vivir en santidad según Su voluntad. Ser elegido por Dios no es una recompensa por méritos propios, sino un regalo inmerecido que debe ser recibido con humildad y gratitud. Vivamos con un corazón lleno de agradecimiento por tan gran privilegio.

3. Dios nos adoptó (Efesios 1:5)

"En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad".

Por medio de Jesús, somos adoptados en la familia de Dios. Esta adopción nos da una relación directa con nuestro Padre celestial y nos asegura una herencia eterna. Jesús se convierte en nuestro camino hacia Dios, nuestra escalera al cielo. Lo más hermoso es que Dios se goza en hacernos Sus hijos. Su amor no es obligado ni distante; es cercano y lleno de alegría por nuestra relación con Él.

Un llamado a confiar en Dios

Ahora que tenemos el inmerecido privilegio de llamar a Dios nuestro amado Padre, te invito a buscar siempre Su rostro. Confía en Su protección, consuelo y paz, incluso en tiempos difíciles como los que vivimos. Dios siempre hará lo correcto por Sus hijos, aunque a veces no entendamos Sus decisiones. Recuerda que, como un buen Padre, Él corrige a quienes ama. Pon tu fe en Su plan, porque Su amor por ti nunca falla.

"Y sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman". (Romanos 8:28)