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INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA BÍBLICA


Escrito por Linda Marušić | Creative Staff - Dracma Perdida
@lindamurga


El ambiente cristiano innumerables veces no concebía necesario el uso de herramientas científicas para la correcta interpretación de la Biblia, esto dio como resultado numerosos estudios y/o predicas sin un correcto sustento y explicaciones del “por qué” de algo, lo que llevó a muchas personas a aprender mal y hasta alejarse de la iglesia.

El necesario e indispensable uso del carácter científico como cristianos no nos vuelve incrédulos, como muchos podrían opinar, en realidad, es asombroso ver y sentir como Dios, sus obras y su naturaleza se enlazan con numerosos datos científicos y que día a día hay una correcta sinapsis entre la ciencia y Dios. 

Como cristianos es importante tener un correcto sustento multidisciplinario de nuestra fe para poder afrontar el mundo de hoy, en donde los avances científicos no se detienen, como sostuvo Luis Pasteur: 


“Cuanto más estudio la naturaleza, más asombrado quedo ante el trabajo del Creador... Un poco de ciencia distancia a uno de Dios, pero mucha ciencia le acerca a Dios”.  

La disciplina científica de la arqueología tiene como objeto de estudio a los grupos humanos que vivieron en la antigüedad a partir de los restos materiales que se hayan conservado, a través de un correcto análisis se puede arribar a conclusiones en torno a la cultura y la forma en el que se relacionaban. 

Para la actualidad, la arqueología es básica para entender el funcionamiento de la sociedad, el “por qué” de la mayoría de las cosas e ideas que nos rodean, también ayuda a “predecir” el futuro en el sentido que los patrones sociales se repiten a lo largo de la historia, nos ayuda a entender como evolucionaron las formas y a donde arribaríamos con nuestras decisiones, por otro lado, el registro arqueológico ayuda a contrastar los datos que no puede brindar la historia y así comprender sobre ciertos grupos humanos que fueron olvidados a lo largo de los años.

El arqueólogo especializado en la arqueología bíblica, sea o no excavador, estudia los descubrimientos de las excavaciones a fin de entresacar de ellos, todos los hechos que puedan arrojar luces sobre la Biblia, ya sea directa o indirectamente. Pero su principal interés no se enfoca en los métodos o a los objetos, vasijas o armas en sí, sino al entendimiento y la exposición de la Sagrada Escritura. 

La disciplina científica de la arqueología bíblica comenzó a mediados del siglo XIX d. C., cuando eruditos de diversos países de Europa y América del Norte comenzaron a estudiar la historia, las culturas y los restos arqueológicos de las "Tierras Bíblicas", que es la región del antiguo Cercano Oriente. Entre los pioneros en este campo se encontraban académicos como el erudito estadounidense Edward Robinson, los académicos británicos Charles Warren y Charles Wilson, y el francés Charles Clermont – Garneau. 

El ímpetu detrás de estos primeros investigadores fue tanto para aclarar el trasfondo cultural de la Biblia en el contexto de las tradiciones y la cultura judeocristiana, como también para permitir que las distintas potencias occidentales puedan hacer un reclamo político en la región. Hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX, las excavaciones comenzaron en la región, tanto en Israel / Palestina, como en regiones adyacentes. Destacados arqueólogos de esta etapa fueron figuras como William Flinders Petrie, Frederick Bliss y R.A.S. Macalister, con excavaciones tempranas realizadas en sitios como Jerusalén, Gezer, Tell es-Safi / Gat, Tell el-Farah (sur), Jericó y Megiddo. 

Después de la primera Guerra Mundial, durante el mandato británico en Palestina (1922-1948), la investigación arqueológica en Israel / Palestina y las tierras vecinas aumentó considerablemente debido a la modernización y el desarrollo económico que tuvieron lugar en la región bajo el dominio europeo y figuras como William Foxwell Albright, Roland de Vaux, Martin North y otros dominaron el campo. Esta era de grandes avances se cerró con el descubrimiento de los rollos del Mar Muerto de Qumran en 1947 y su posterior excavación, dirigida por el francés Roland de Vaud.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el colapso del gobierno colonial en la región y la fundación de varios estados en la región (como Israel, Egipto, Jordania, Líbano y Siria), la arqueología bíblica pasó por un desarrollo sustancial. Mientras que los académicos e instituciones occidentales continuaron trabajando en la región (como Kathleen Kenyon, G. Ernest Wright y otros), en sitios como Jericó, Siquem y Gezer, los arqueólogos israelíes se volvieron cada vez más dominantes en el campo. 

Luego de la Guerra de los Seis Días en 1967, y la expansión de las excavaciones en áreas conquistadas por Israel durante la guerra, una nueva generación de arqueólogos excavó muchos más sitios. Académicos occidentales junto con eruditos israelíes realizaron numerosas excavaciones en muchos sitios relevantes para la arqueología bíblica. En los últimos años, esta disciplina ha alcanzado madurez, y después de más de un siglo y medio de desarrollo, se ha convertido en un campo sofisticado, vibrante y en constante desarrollo.

Por otro lado, la Biblia, a diferencia de las demás literaturas religiosas, no se centra sólo en una serie de enseñanzas morales, espirituales y litúrgicas, sino en el relato histórico de un pueblo (Israel) que vivió en un tiempo y territorio determinado. El pueblo de Israel, en los tiempos bíblicos y en la actualidad, a diferencia de otros pueblos, debió haber aprendido a declarar su fe, narrando los hechos que le había acontecido, exponiendo así la mano de Dios.

En otras palabras, la Biblia no es un cuento chino, ni una epopeya griega, es la materialización de la fe de Israel a Dios, que fue transmitida oralmente generación tras generación. Por eso, también es importan tomar la Biblia como un relato histórico, que contribuya a una mejor comprensión de nuestra fe. Es en este contexto, que la arqueología juega un papel notable en la correlación entre lo que está escrito en la Biblia y lo que se puede suponer a partir de las evidencias arqueológicas.

Hay que tener en consideración que la arqueología sólo es una herramienta científica que nos apoyará a una mejor comprensión de lo expuesto en la Biblia, mas no es el camino para tener o ampliar nuestra fe, ya que la fe no se trata de cosas tangibles, como bien se expone en la Biblia: 


“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” [Hechos 11:1]. 
“Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento”  [Santiago 1:6]. 
Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo” [Gálatas 3: 26 - 27]. 
“Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios” [Hebreos 12: 2]. 
Existen numerosos textos que citan a la fe, pero si nos concentramos en estos pocos versículos, nos damos cuenta de que la fe es un regalo que viene directamente de Cristo Jesús y lo tenemos exclusivamente en él y para él, la fe va más allá de una comprensión lógica, es sobrenatural porque viene cuando somos transformados en espíritu y en verdad, por lo que la arqueología, y cualquier otra ciencia, no debe modificar nuestra fe, ya que, si así lo hiciera, esta no sería verdadera.

La fe y el conocimiento de la Biblia, se fundan en un compromiso total con el Dios que domina la historia, la naturaleza, el tiempo y el futuro están enraizados en él, y que, lejos de suponer una ruptura ante los acontecimientos de la historia, exigen una inserción en ellos. Aún más: el hombre en los tiempos bíblicos pudo expresar su fe tan confiadamente porque comprendía que los acontecimientos que describía habían sucedido realmente. Si queremos tomarlo en serio, también deberemos tomar en serio el relato bíblico y la arqueología nos brinda una herramienta muy útil en su interpretación.


Comentarios

  1. Excelente exposición hijita Dios te bendiga y te ayude a seguir investigando y aportando

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  2. Gracias a Dios en Cristo Jesús por la información, me es dé mucha ayuda, desde antes de ser cristiana, miraba en HBO, National Geographic, History Channel y otros canales qué realizaban programas y documentales sobre los pueblos antiguos, me gusta la historia antigua, para mí sorpresa algunos de los científicos encargados de la excavación cuándo eran entrevistados, a pesar de ser personas ateas o incredulas, mencionaban a la Biblia cómo fuente de referencia de investigación sobre éstos pueblos antiguos, para ubicar el lugar, y realizar la excavación del área para encontrar evidencia de ése pueblo o cultura, cómo el caso de Sodoma y Gomorra qué fueron borrados de la faz de la tierra, tan sólo quedaron vestigios dé las ruinas quemadas, a principios de convertirme a Dios en Cristo Jesús, recuerdo que mí hijo menor vino a mí, y me hizo una pregunta sobre la veracidad de la Biblia, poniendo en duda si la Biblia había sido inspirada por hombres, y no por el mismo Díos, gracias a Dios en Cristo Jesús le pude responder dándole referencia de la historia bíblica de los pueblos antiguos qué en ella sé mencionan y dé Israel como pueblo de Dios, siendo una fuente de información científica y referencia histórica para los arqueólogos qué a pesar de no creer en Dios, tenían que acudir a la Biblia cómo fuente verídica de información histórica de las culturas qué ellos estaban investigando y realizando excavaciones, gracias a Dios por la arqueológia, porque a sido un medio para mostrar la veracidad de la Biblia, amén

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  3. Amen porqe ay muhas personas cientificas qr qe no cren en nuestro padre jesus.

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  4. Pues esta pagina no la abia leido qe interesante. Dios los bendiga

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